Prefabricación, flexibilidad, sostenibilidad, confort y biofilia son las premisas generadoras de este edificio modular.
Las ajustadas dimensiones del solar han motivado la situación de la volumetría y la ausencia de vallado perimetral, amplificando las visuales del exterior y optimizando los espacios resultantes.
El programa funcional – vivienda y despacho profesional- se desarrolla en 2 plantas formadas por 10 módulos prefabricados. La forma en que se han dispuesto responde a la lógica del montaje industrial y modular.
El volumen resultante es compacto con la única vibración que sobre la fachada hace la luz solar. La chapa ondulada microperforada utilizada provoca matices en las sombras y ofrece transparencias que desmaterializan el conjunto.
Los materiales utilizados han sido elegidos valorando positivamente la proximidad en su fabricación y capacidad de reciclabilidad, reduciendo la huella sobre el medio.
Los sistemas del edificio -activos / pasivos- han permitido que su consumo energético sea cercano a cero.
Proyecto ganador de la Mostra d’Arquitectura Catalana 2014-2016 (Maresme, edificios de uso residencial).
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